jueves, 6 de junio de 2013

SEGUIMOS CON REMINISCENCIAS FAMILIARES

Había pensado suspender estas crónicas, una vez cumplidas las etapas de la infancia. La idea era contarles a mis nietos cómo nos divertíamos los niños cuando no había televisión, ni internet, ni videojuegos y tantos dispositivos que los convierten en cibernautas y usan una terminología tan especializada que no me es posible seguir sus diálogos. Mis nietos son muy comprensivos y procuran explicarse y traducirme los nuevos conceptos. Pero es imposible, porque esos conceptos no existen en el español cervantino.

Las comunicaciones entre generaciones, son cada vez más difíciles. Los jóvenes se interesan más por la tecnología que por la historia patria. Y si las dos tendencias llegan a ser incompatibles, el mundo se volvería un caos. 

Mis dieciocho años coincidieron con el inicio de la violencia política, que después degeneró en la violencia que hoy padecemos por cuenta de la guerrilla, el narcotráfico y el terrorismo.

Los jóvenes no saben que pasó el nueve de abril, ni la persecución a los liberales por parte de los gobiernos conservadores, ni lo que fue la dictadura militar. Por eso no es extraño que los hijos de "La Capitana", María Eugenia Rojas de Moreno Díaz, hayan logrado entre el pueblo tan elevada votación, que uno llegó al Senado y el otro a la Alcaldía de Bogotá, y hoy se encuentran entre rejas.

Es deber de los abuelos, los maestros y los escritores contar los hechos de nuestra historia reciente, que no enseñan en los colegios. Los estudiantes en su mayoría saben que pasó el 20 de julio. ¿Pero acaso saben qué pasó el 9 de abril o el 6 de noviembre?. Lo que sí saben, es qué pasó el once de septiembre porque sucedió en los Estados Unidos y los medios de comunicación dieron a conocer el espantoso atentado contra las torres gemelas de la capital del mundo. Un suceso de resonancia mundial.

El asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, hizo reaccionar el pueblo violentamente contra las autoridades, apoyados por un grupo de la policía, con un saldo de miles de muertos, edificios incendiados, saqueos, tranvías destruidos y francotiradores que se tomaron el centro de la ciudad por varios días, conocido como "El Bogotazo" repercutió en muchas ciudades aunque con menor intensidad. Fue el inicio de la violencia política. Pero no llegó a ser noticia mundial, ni siquiera tuvo una gran difusión porque la prensa y la radio estaban controladas.

En cuanto al 6 de noviembre de 1985, el gobierno de Belisario Betancourt para evitar un segundo "Bogotazo", ordenó a su Ministra de Comunicaciones Noemí Sanin, que transmitiera por todos los canales de televisión, un partido de fútbol.

Habiendo sido el holocausto del Palacio de Justicia la mayor tragedia ocurrida en Colombia y en el mundo en la historia judicial, no dejó de ser una noticia local.

Por eso seguiré contando en forma coloquial los recuerdos que guardo de la historia contemporánea de mi país.

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